La reciente ampliación de este hospital emblemático marca un nuevo capítulo en su historia: un gesto de crecimiento que, reafirma su compromiso con la excelencia sanitaria y la calidad.
El nuevo volumen, anexo al edificio original y conectado a través del hall principal, acoge algunas de las áreas más representativas.
El diseño pone el acento en la experiencia del usuario, logrando una atmósfera que suaviza la frialdad del entorno clínico y evoca referencias más propias del ámbito hotelero.
El diseño pone el acento en la experiencia del usuario, logrando una atmósfera que suaviza la frialdad del entorno clínico y evoca referencias más propias del ámbito hotelero.
El interiorismo se articula en torno a una estética serena y depurada, donde la madera se erige como hilo conductor. Su calidez vertebra los espacios y refuerza la coherencia visual del conjunto. La combinación de materiales nobles, vinílicos de efecto textil y acentos en negro, introduce una atmósfera de sobriedad elegante, mientras que la paleta cromática, suave y equilibrada, potencia la sensación de calma.
El interiorismo se articula en torno a una estética serena y depurada, donde la madera se erige como hilo conductor. Su calidez vertebra los espacios y refuerza la coherencia visual del conjunto. La combinación de materiales nobles, vinílicos de efecto textil y acentos en negro, introduce una atmósfera de sobriedad elegante, mientras que la paleta cromática, suave y equilibrada, potencia la sensación de calma.
También se integra vegetación en la planta sótano, mediante un patio inglés, que introduce luz natural en un entorno habitualmente hermético.
Por su parte, la clínica de medicina estética, Ilahy, despliega su propia identidad dentro del conjunto.
Para marcar esta diferenciación, se ha empleado una madera distinta, que aporta calidez sin renunciar a la sofisticación.
Este cambio de materialidad refuerza la percepción de exclusividad, alineándose con la naturaleza diferencial de los tratamientos que allí se ofrecen.
